QUÉ  ES  Y  QUÉ  NO  ES  AMORC 

No es una organización de índole sectaria, política ni religión. Pese a que su ética se adhiera a los principios del cristianismo, está libre de toda religiosa, tanto por el pasado, como en el presente.
Muchos de sus miembros son personas que pertenecen a diferentes credos y denominaciones de carácter religioso. Las enseñanzas de la Orden no interfieren con la libertad religiosa de sus afiliados, respetando plenamente sus principios.
La Orden Rosacruz AMORC está compuesta de hombres y mujeres dedicados a la investigación, al estudio y a la aplicación práctica de las leyes naturales y espirituales. Son personas de mente imparcial y libre de prejuicios, que se encuentran en todo nivel de vida, desde la más modesta hasta la más elevada.
Su programa de estudios, reúne una filosofía de vida posible de vivir, con el idealismo metafísico y las ciencias prácticas, tales como la física, la química, la biología, la filosofía y la psicología.
Por medio de su sistema educativo, procura librar a la sociedad de la influencia esclavizante de la ignorancia, el fanatismo, el temor y la superstición. Siendo su propósito fomentar la evolución de la humanidad, mediante el desarrollo de todo el potencial que cada persona posee, ensenándole la significación y la aplicación de las leyes naturales y cósmicas que se manifiestan en el universo, dentro de nosotros y en torno nuestro.
No es, en ningún sentido, una Organización ocultista. Esta profunda excelsa sabiduría, preservada fielmente durante siglos por las antiguas escuelas de los misterios, es transmitida hoy en día por la Orden Rosacruz AMORC a toda persona buscadora sincera, que posea un criterio amplio y una motivación positiva. Usted puede aplicar el gran poder de esta sabiduría en todos los asuntos de su quehacer cotidiano, con resultados extraordinarios, pudiendo además adquirir un conocimiento especifico sobre metafísica, misticismo, filosofía, psicología, parasicología y ciencia, que no es impartido por ninguno de los sistemas educativos convencionales, ni por las religiones tradicionales.